domingo, 9 de octubre de 2011

Carpintería pretenciosa

Jorge Perianes. “Categorías” Abierto x Obras. Matadero Madrid.

Edurne Ruiz Tens.

Visitar la instalación de Jorge Perianes (Orense, 1974) en Matadero Madrid no llevará a las personas interesadas más de 10 minutos, si contamos que 5 son para aparcar el coche en la zona. Las fotografías y dibujos que con facilidad encuentras en la red prometen un lugar mucho más intenso y mágico de lo que en verdad es.

Se trata de una gran construcción de madera dentro de la antigua cámara frigorífica del matadero, dividida en dos amplios espacios que se pueden visualizar a la vez. Está cargada de elementos, pero parecen más como simple atrezzo y no como los verdaderos símbolos que conforman la obra en general. La ruina que ha construido Perianes tuvo como principal objetivo acercar al visitante al techo de la cámara, que conserva su estructura y los efectos de un antiguo incendio. La sala es realmente potente y quiso formar un lugar donde espacio y obra dialogasen conjuntamente. Estamos ante una obra donde el espacio es el que la dará forma y significado.

No me sugiere en absoluto la idea que al final le dará el artista, de un sótano y un desván como la representación de dos lugares en la que surgen ideas antagónicas de vida y muerte. Las plantas que forman parte de los dos espacios en forma de flor arriba y de raíces abajo no son suficientes para conseguir ese concepto. Ni lo son los demás elementos que mete Perianes.

Sí que es interesante la luz de la sala, que logra resaltar el ambiente sórdido y lúgubre que se supone que el artista nos quiere mostrar. Nos dicen que al acceder a la instalación se nos planteará una duda, pasear primero por la planta de abajo o subir las escaleras a la segunda. Los que estábamos allí fuimos a las escaleras como por inercia y sin ninguna contemplación. La planta de abajo no parece un lugar donde se pueda caminar, y no encontraremos ningún detalle digno de mención pues parece que paseamos por una construcción abandonada y prohibida por el peligro de que el techo se venga abajo. El desván no es un lugar mucho más atractivo, excepto por el acercamiento con el techo que sí es espectacular pero donde temía cada paso que daba.

El mismo Perianes dice que primero quería elevarnos al techo y después fue desarrollando simbólicamente “Categorías”. Quería librarse de sí mismo, de su estilo y ser más sutil, pero de tanta sutileza se ha quedado en nada. Todo está demasiado resumido y ha eliminado el carácter pictórico tan excepcional de otras veces. Sin duda podía haber jugado mejor con los elementos, pero ha decidido no hacerlo, quedando así un lugar que lo único que me ha ofrecido ha sido el recuerdo de pasear por una casa abandonada y la duda de que si esto lo hubiese elaborado un carpintero anónimo lo consideraríamos una obra de arte o no.

No es una obra artística de Jorge Perianes, es un andamiaje decadentista para contemplar el techo de una sala frigorífica.

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