martes, 25 de octubre de 2011

Do Brasil

Lygia Pape. Espacio imantado. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. C/ Santa Isabel, 52

Edurne Ruiz Tens.

Hablar de Lygia Pape (Nova Friburgo, 1927- 2004) es hablar de una artista significativa en el desarrollo cultural que se llevó a cabo en el Brasil de los años cincuenta y sesenta. Artista multidisciplinar de gran talento a la cual se le dedica un homenaje tardío presentado su vastísima obra en el Museo Reina Sofía, como ya se hizo en 2009 en la Bienal de Venecia. Y es que a pesar de ser una de las figuras más prominentes del Neoconcretismo, en Europa pasó inadvertida.

Integrante del Grupo Frente (1954) su obra es un ensayo constante sobre las bases de un nuevo ideal del arte, en el que primeramente se relacionan la innovación de la industria que sufre el país en esa época con la técnica y los elementos artísticos. No buscaban conferirle un sentido lírico subyacente, sino despojarlo de ello. Su carácter geométrico y matemático nos desvela a una artista dispuesta a experimentar siempre con los materiales y soportes, y de esta manera, entre sala y sala recorremos toda su trayectoria con todos los sentidos alerta y dispuestos.

En una primera fase se deja entrever su acercamiento a la abstracción geométrica con los Jogos Vectorais. Resultan piezas coloristas con un único objetivo: el de crear por el “simple” valor visual, como Mondrain en sus conocidas “Composition” que empleando formas puras, alcanza la belleza perfecta. Es una búsqueda constante de la armonía de las cosas a través de una pureza plástica absoluta, bien inculcada por el movimiento De Stijil de principios de siglo XX.

A finales de los cincuenta realizará los grabados Tecelares, que a través de la devastación del material- en este caso madera- surge la luz, constante en su trabajo y la evolución de un sentido más poético de su obra. Esta desmaterialización del arte alcanza sus cotas más altas en Tteias, sugestiva y mística representación de haces de luz.

El Ballet Neoconcreto ejecutado junto al poeta Reynaldo Jardim es la afirmación de permanencia en la corriente Neoconcreta. El deambular del espectador entre las figuras geométricas profundiza en las ideas espacio- temporales como sucede con Livro do tempo, de la misma composición de los anteriores juegos vectoriales pero con un trasfondo distinto. 365 tablillas, una para cada día del año, dispuestas desordenadamente ante la interpretación del visitante. El espectador como agente es primordial para Lygia. La perfomance Divisor recuperada con motivo de la inauguración de la exposición es un ejemplo claro de ello. La obra un tanto fría y distante de sus inicios ha tomado un nuevo rumbo en su interpretación, ahora más narrativo tomando el libro como eje central.

Y en ese afán por dar con un lenguaje moderno conlleva a la experimentación de Pape en Livro daCriaçao, libros carentes de palabras y una serie de perfomance (O ovo), películas, poemas, etc. que conforman el carácter principal de su obra.

Esta monográfica muestra la inquietud de una generación por hallar nuevas formas de expresión y lectura, y está destinada a todos aquellos que busquen una visión subversiva de lo establecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario