jueves, 13 de octubre de 2011

En campo de batalla

Avelino Sala. Blockhouse. Sobre la construcción de un espacio en tiempos de indolencia.

Galería Raquel Ponce. C/ Alameda 5, Madrid.

Ana Domínguez Cao

Entro en la Galería Raquel Ponce y tomo un primer contacto con la obra de Avelino Sala. La idea de atrincheramiento, de fortaleza, afloran en mi cabeza, claro, es obvio, sabemos a lo que nos enfrentamos, el título de la obra; Blockhouse. Sobre la construcción de un espacio en tiempos de indolencia, nos facilita el primer instrumento para despejar un camino de espinosas zarzas. Se trata ahora de formar una opinión crítica que abarque el conjunto de la obra expuesta, de ordenar las ideas. Preguntarse qué es lo que el artista quiere transmitirnos, o mejor, cuál es la reflexión que ha desarrollado la mirada de un camarada. El color azul y amarillo del primer dibujo a acuarela que me encuentro a mi derecha, me recuerdan los colores del comienzo de un ocaso de verano que, junto a las siluetas de dos grandes grúas que se dibujan a contraluz hacen de esta imagen una suerte de sentimiento de nostalgia, una resignación hacia un paisaje que tenemos más que asimilado; ya no son las siluetas de grandes montañas, el mar, o el horizonte infinito sin nada más que los colores de la luz lo que podemos presenciar cuando un día más se pone el sol. El campo de batalla parece ser, pues, la ciudad, lugar donde convergen todos los grandes progresos de la técnica, donde la celeridad del día a día apenas reserva al hombre un tiempo de pausa y reflexión. Los dibujos que siguen a esta primera impresión melancólica bajo mi punto de vista, parecen, junto a la máxima en latín que destaca ante la vista del espectador en un primer contacto con la exposición, Sapere Aude, mensaje directo de “Atrévete a saber!”, una incitación que se precia militante al receptor, nosotros.

Forma tu propia trinchera con tu pequeña biblioteca mental, aún si la estás creando, aunque quizá con la materia inapropiada, no se sabe, puede que sea tu tabla de salvación, ya que es la historia de otros, luchadores en tantas otras guerras que son distintas e iguales al mismo tiempo a las que sufrimos en el siglo que nos ha tocado vivir, la que te servirá de manual para intentar comprender lo que te rodea.

Esa será tu arma, puede que nos diga Avelino Sala, y la trinchera que vas construyendo será tu morada en el espacio hostil que te rodea. Expuestos a continuos bombardeos de noticias, la historia parece escribirse cada día y la dificultad de seguir siendo fiel a tus principios y omitir los constantes estímulos del mundo capitalista y consumista que nos quiere educar para formar parte de un sistema creado por “otros”, es una realidad de la que no siempre somos conscientes.

Por ello, con otro de estos proverbios en latín que Avelino Sala nos muestra a modo de graffiti, Concedo Nulli, “No cedo ante nadie!”, el artista no sólo apela a la lucha desde una humilde posición, sino también a la no rendición.

Por último, no cabe duda de que el mensaje de Blockhouse es directo y provocador, y que cada pieza de la exposición parece indispensable para interpretar el discurso global de la obra.

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