lunes, 24 de octubre de 2011

POTENTE PERIANES

Jorge Perianes
Categorías
Matadero, Paseo de la Chopera 14, Madrid


Paz Castillo

En la antigua cámara frigorífica del matadero se encuentra ubicada la imponente e interesante instalación de Jorge Perianes (Vigo 1974). Obra “viva” que establece una correlación entre los diferentes espacios, materiales, luces y sombras en un escenario al que el propio autor se refiere como “potente”. Minuciosa construcción rendida a la ambigüedad de dos espacios contrapuestos y a la vez íntimamente relacionados. Con aspecto de casa en fase de construcción en la cual se adivina un desván y un sótano por los que el espectador transita convirtiendo la visita en experiencia. El pretendido antagonismo de los elementos le da un carácter narrativo que te obliga a adentrarte en el plano conceptual.


Es sin embargo la sinergia que surge entre los distintos elementos y materiales lo que le confiere un carácter arquitectónico. Un lenguaje a lo Barragán o Niemeyer para los que tan importante es levantar un muro como el espacio creado entre un edificio y otro o las sombras y luces que se proyectan. En ese sentido la obra de Perianes resulta poética y hasta melódica. De entre las grietas surge el elemento natural que muestra la raíz y la planta dotando otra vez de dualidad al conjunto. Es el discurso que surge entre los opuestos y nuestra posición lo que establece un diálogo.


Al autor le interesa el arte como medio para el conocimiento, no como fin decorativo; “Es un espacio doble: lo de arriba se comunica con lo de abajo; el juego de la luz y la sombra; arriba desván coronado por una bóveda celeste y abajo un sótano oscuro. Es una pieza algo compleja, para transitar y circular. Ver a los visitantes arriba y abajo es una experiencia, la gente se convierte en ella en insectos.” El concepto de refugio y la relación del hombre con la propia naturaleza es una constante en la obra de Perianes. En “Categorías” se muestra más esencial, la naturaleza es apenas existente, no utiliza color y el material se puede hasta oler envolviéndonos en una sensación de origen. “Ya no hago pájaros, porque son demasiado bonitos. Difícilmente volveré a hacer algo tan amable”. Y es esa sensación estudiada y abrupta a la vez, la que consigue con la simplicidad formal de su propuesta.


Tan importante en esta ocasión es la obra como el espacio en el cual está expuesta. La estructura quemada de la cámara frigorífica del matadero resulta imponente, decadente, oscura y llena de pasado. La creación de Perianes es, por el contrario, una renovación, una novedad, un proyecto en fase de construcción y no una ruina, supone regeneración. En el sótano están las raíces y es donde se gesta la vida y en el desván se guardan las experiencias vividas, los recuerdos. Es, por lo tanto, una dualidad dentro de otra dualidad. Pura dicotomía que se convierte en una experiencia emocional e intelectual.

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