martes, 25 de octubre de 2011

Un paso hacia la imaginación

Lygia Pape. “Estado Imantado”


Museo Reina Sofía

C/ Santa Isabel, 52 Madrid.

Por: Marina Calleja Bogonez

Artista brasileña con un gran afán por el neoconcretismo, movimiento artístico basado en la abstracción y en las figuras geométricas, cuyo fin es la representación simbólica de la realidad. Así es como la ingeniosa Ligya Pape nos muestra el mundo desde sus comienzos hasta cómo es en la actualidad, mostrando los aspectos del día a día con ese matiz subjetivo que tanto la caracteriza.

Primero observas, recorres las diferentes salas, cada cual más extravagante que la anterior, te sientas, meditas, y tu primera sensación es de desconcierto. Nada es lo que parece. Pape fue una mujer insólita que estaba dispuesta a utilizar cualquier medio para expresar sus ideales a través de esa peculiar forma de hacer arte. Pretende llamar la atención de las miradas del mundo hacia Brasil.

La exposición tiene un mensaje difícil de captar que se esconde detrás de figuras geométricas, juegos de luz y alambres, un fondo moral admirable. Estamos acostumbrados a ver lo que queremos ver, lo que nos gusta, atrae, y cuando nos encontramos ante la exposición de Lygia Pape la primera sensación puede ser de estupefacción, ya que es una obra fuera de lo común.

Grabados abstractos y con formas simples en madera, representando códigos de barras, las teclas de un piano o el pelaje de una cebra… Pequeños cuadros con aspecto matemático de colores, jugando con la idea de la luz que se plasma en el diseño de estas obras, y alambres que cuelgan del techo y tienen su base en el suelo, iluminados con un foco de luz colocado de forma precisa para dar el efecto de brillos y sombras deseado. Como pretende la autora, “ la luz forma parte del espacio”.

Lygia Pape quiere representar la creación del mundo, creación abstracta, ligada al arte abstracto. Hace una comparación entre su peculiar forma de expresar sus pensamientos con el desarrollo del mundo y cómo se organiza la vida. Por ejemplo, en una de las salas hay una representación llamada por la autora “Libro de tiempo”. Son 365 cuadros colgados en la pared que representan los días del año, colocados de manera aleatoria.

Otro aspecto interesante de la exposición es el intento de que el espectador participe en la obra, conseguir una movilización colectiva o individual, que pueda introducirse y experimentar con el arte, como se refleja en la obra “Divisor”, en los cuencos con líquidos de colores que invitan a ser probados, o en el balet neoconcreto interpretado por una serie de cilindros y prismas.

Películas que enseñan cómo una mujer brota de una caja blanca acompañada por una misteriosa y escalofriante música recuerdan a la popular película “The Ring”, y videos de carácter documental que por más que intentas comprender el mensaje oculto que emiten, dejan una incógnita (aun conociendo su mensaje real), como la boca que protagoniza uno de ellos. La mujer naciendo de la caja blanca puede ser la representación del nacimiento de la vida de cada persona, cómo salimos del “huevo” y nos enfrentamos a la realidad.

Lygia Pape introduce una clave subjetiva en su obra representando los diferentes modos con los que se puede ver la vida, utilizando movimientos artísticos característos de Brasil.

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