El Matadero, barrio de Legazpi, Madrid.
JUAN CARLOS GARCÍA BENITO
Jorge Perianes en "Categorías" nos muestra el juego de pares de contrarios. En el espacio cultural Matadero de Madrid, más concretamente en la galería o exposición "Abierto X Obras", observamos e interactuamos con la actual obra del gallego.
El Matadero es un espacio donde las obras son adaptadas a él, es decir, es única, y solo puede tenerse de esa manera allí, por sus características, convirtiéndose en una instalación irrepetible y temporal.
"Categorías", es el nombre de la instalación. En ella y nada mas pisar la sala, comenzamos a realizar un juego de pares de contrarios o "categorías" como bien Emmanuel Kant expuso en su obra "critica de la razón pura" para referirse a conceptos que no proceden de la experiencia pero no son sirven necesariamente para expresar juicios sobre el conocimiento de los fenómenos, de la realidad.
Al llegar, tenemos ante nosotros un espacio dividido en dos alturas( como desván y sótano en una casa) donde ya mismo comienza el juego: arriba por el desván o por debajo, yendo por el sótano. Cada parte tiene su encanto y trama: por un lado la parte superior con su luminosidad y las flores de los lirios hace a esta parte de la obra como más frágil, fugar... y desde aquí arriba y a través de los agujeros en el piso, vemos la parte inferior. Allí todo es predominantemente oscuro con zonas de luz, está muy desordenado, con partes derruidas, pero que todo junto y sumándole las raíces de los lirios, nos da un aire de parte básica de la construcción que sostiene todo el entramado superior. El autor juega mucho con los arcos del techo, ya que fue una de las partes que más le gusto de la sala y que de ahí proviene el acto de dividir la obra a dos planos, uno de ellos cerca del techo. Incluso la escalera de subida del sótano al desván nos plantea el juego central de contrarios con un lado más seguro con pasamanos y otro sin él.
El tratamiento que Jorge Perianes ha usado para la luminosidad y el contrapunto claro-oscuro termina de poner la guinda a esta magnifica instalación.
La simbología entre el piso superior( como lo efímero) y el espacio inferior( como la base donde se sustenta todo, donde se crea la vida, el inicio de todo), crea en el espectador sentimientos contradictorios y es eso justo, el que sientas algo al contemplar esta obra, lo que hace que sea la mejor obra vista y criticada hasta estos primeros días como estudiantes de historia del arte
Para finalizar y sin que suene repetitivo, he de decir, que esta es la obra, hasta ahora, que más me ha gustado, me ha recordado esos tiempos en clase de filosofía donde Kant era imposible de asimilar y que en esta obra todo el tema de juicios de valores entendido: es la justa representación gráfica de la teoría kantiana de las categorías. El modo en que la obra interactúa con el visitante crea una atmósfera diferente a todo lo anteriormente visto.
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