miércoles, 19 de octubre de 2011

¿SORPRESA?


Nico Munuera:

Galería Max estrella, My Ross Island.
C/ Santo Tomé, 6.

Galería La Caja Negra, Ribbons.
C/ Fernando VI, 17-2º Izq.
Gema Sánchez Martín

Sorpresa, sí, eso es lo que Nico Munuera (Lorca, 1974) me transmite en sus pinturas, desde el principio de nuestra visita el artista nos deja sorprendidos al saber que sus proyectos están separados en dos galerías reconocidas de Madrid, Max estrella y La caja negra.

En la primera galería nos encontramos con su primer proyecto, Ross Island, tal isla era campamento base de las expediciones al Polo Sur en época de Shackleton.
En este proyecto Nico Munuera nos introduce en el espacio del polo sur, saturando al cuadro de pintura blanquecina y sin ningún elemento que nos llame la atención así imprevista, por esto, dichas pinturas nos transmiten intranquilidad e incluso incomodidad al observarlas, aunque podrían llegar a interesarme esas pequeñas pinceladas de color que distinguimos sobre esa gran capa de pintura blanca recordándome a varios rayos solares que inciden sobre esa pequeña parte de la isla que se encuentran fuera del alcance del hielo y la nieve. Sinceramente pienso que los cuadros a primer golpe de vista no trasmiten nada, están vacios de todo sentimiento, pasas uno tras otro preguntándote que quieren trasmitirnos o que misterios se esconden detrás de ellos.

Al contrario pasa en Ribbons, situada en la galería La caja negra, en esta galería podemos observar grandes pinceladas verticales de color, dibujadas sobre papel, obras sorprendentes en las que el conjunto de pinturas acrílicas sobre papel couche nos dejan ver ese juego de colores entrelazados entre sí como si el conjunto de todos ellos se fusionaran en uno solo, transmitiendo a la galería armonía y viveza. Esta armonía la podemos observar mirando sus obras atreves de un pequeño proyector que coloca frente a una pared blanca, esto hace que me recuerde vagamente ese fondo blanquecino que me encontré por sorpresa en Ross Island.

Definitivamente me sigue sorprendiendo la tristeza, el vacio, la desolación de la galería completamente blanca e inmersa en la soledad y la oscuridad sin poder tener cerca ningún ventanal para poder salir de esa agonía y angustia que me trasmiten las pinturas de la galería Max Estrella. Por el contrario la galería La caja negra está llena de luz, con grandes ventanales que hacen que podamos respirar y disfrutar de cada obra arropados por un conjunto de arquitectura bastante cálido junto a una chimenea que nos da la sensación de estar en un ambiente tranquilo y familiar.

Para terminar podría decir que Nico Munuera me sorprende de dos formas completamente distintas, como ya hemos dicho antes me sorprende ingratamente en la primera galería por su gran vacío y su gran falta de expresión pero lo que más me sorprende es que siendo dos proyectos prácticamente similares, uno de ellos me llegue a transmitir indiferencia e incluso pasotismo al ver sus pinturas mientras que en el otro me puedo llegar a conmover e incluso puedo llegar a recordar alguna obra suya al cabo de un tiempo. Por todo esto puedo citar una frase que me suelo repetir muy a menudo a mí misma:

” La sorpresa es el plato de cada dia”.

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