domingo, 9 de octubre de 2011

Vacío cerebral

Nico Munuera

Ribbons
Galería La Caja Negra
C/ Fernando VI, 17 2º Izquierda

My Ross Island
Galería Max Estrella
Santo Tomé, 6 Patio

ALEJANDRA LÓPEZ MANRIQUE


La obra de Nico Munuera (Lorca, 1974) de la sala La Caja Negra, Ribbons, no es más que un homenaje a lo abstracto, campo que el artista murciano conoce con anterioridad, ya que participó junto a otros tres artistas en Abstracción racional que organizó el CGAC (Centro Gallego de Arte Contemporánea) en Santiago de Compostela.

El espectador que decide ir a la Caja Negra y ver Ribbons quizá salga un poco aturdido, confuso e incluso con la sensación de que hoy en día a cualquier cosa se le puede llamar “arte”, eso sí, arte contemporáneo.

Toda la galería nos muestra pinturas sobre papel, de diferentes medidas, pero todas y cada una de las pinturas que conforman la obra de Munuera, tienen el mismo patrón visual, rayas verticales de diferentes colores degradados, unas acabadas en el límite del lienzo y otras incluso sin llegar a él, pero son simplemente rayas, no hay más.
No hay muestra de que el autor quiera que el espectador reflexione sobre algún dilema moral o sobre alguna experiencia personal, como estamos acostumbrados a ver en el arte de hoy en día, no.
Aquí solo hay rayas, tan silenciosas como la sala, tanto o más que el arte abstracto.

Si al ver toda la galería salen con una sensación horrible de vacío cerebral, no se preocupen, quizás el objetivo de Munuera es que el espectador, al salir, solo piense en su obra, ya sea positiva o negativamente, con el fin de crear un debate, y si es así, el artista murciano, lo consigue.

Como hace tres años, Munuera exhibe sus dos obras, Ribbons y My Ross Island simultáneamente, en la galería La Caja Negra y Max Estrella y nos hace tropezar otra vez con el referente de lo abstracto.

Sin embargo en la galería Max Estrella, el artista murciano, nos da a conocer su obra My Ross Island, contextualizada al menos. Y es que la obra de Munuera, llamada así con el nombre del campamento base de las expediciones al Polo Sur, trata de plasmar en su pintura la aventura que supuso la expedición antártica de Shackleton en 1914, cuando trataba de cruzar el continente a pie. Esta aventura pasó de ser una simple expedición a la aventura de la supervivencia de Shackleton y sus hombres en el Polo Sur.
Munuera vuelve a reflejar su punto fuerte, la abstracción, creando paisajes donde predomina la nieve de la expedición de 1914, convirtiendo en simples manchas diminutas cualquier atisbo de vida que el artista refleja con colores.
En esta obra trabaja con más riqueza cromática y más sutileza compositiva que antes, pero aun así parece que Munuera no consigue que el espectador al salir de la galería se vaya reflexionando, como he mencionado antes, sino al contrario; es como si visitar las obras de Munuera no crearan en el espectador ninguna sensación, y sin embargo dejaran un vacío tanto mental como lingüístico. Como si al salir de ambas galerías no hubiera palabras para describir su obra, porque no hay palabras para el vacío.

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