lunes, 10 de octubre de 2011

La realidad partida en dos.

Jorge Perianes. Categorías.

Matadero. Abierto x obras.

Aitana D. González Rodríguez.

En la sala abierto x obras del Matadero nos encontramos con la pieza creada por el artista Jorge Perianes. Cualquiera que se acerque a verla podrá comprobar por si mismo que la pieza no se entiende si no es en ese espacio, que no es lo típico que puedes ir a ver, pero que sin saber por qué sientes algo. El espacio esta articulado en dos, primer impacto, piensas, ¿podré subir? inmediatamente después sientes a tu derecha un gran cartel y ves escrito en el una serie de “normas” para la obra, y compruebas que si, se puede subir. Ese es el momento en el que interactúas con la obra, en la que tú con tu mera presencia, con tu caminar errante entre los trozos de madera, le das un sentido a esa obra. Desde abajo es oscura, incomoda, tienes que ir con mucho cuidado, huele mucho a madera. Desde arriba sientes inseguridad, como que esas tablas caerán en algún momento o, que si vas sin cuidado, te puedes caer por uno de esos agujeros que hay de repente en la madera. Unos detalles florales, los tocas, te das cuenta de que son de plástico, puedes pensar –pues rompe con esa continuidad de la madera, anima la obra-.

Hasta ahí podemos pensar, si vamos a la sala y no tenemos ni idea de que va la cosa, pero como suele pasar en todas las exposiciones de arte contemporáneo tiene que haber algo o alguien que te explique un poco de que va el tema. A fin de cuentas para eso esta la señora o señor que están ahí sentados. Pues bien, cuando descubres el concepto que quiere trasmitir el artista se da uno cuenta de la magnifica representación de algo tan sencillo en nuestra vida y que no nos damos cuenta que hacemos. La elección entre dos cosas, entre dos conceptos, nuestra mente realiza esta operación constantemente. ¿Voy arriba o abajo?, subo arriba, ¿será seguro o inseguro?, y si subo, ¿me cojo a la barandilla para no caerme o me la juego?. Aunque sea tan sencillo como absurdo, cuando te paras a pensarlo y llegar a la conclusión que es eso justo lo que tu mente había procesado piensas en la destreza conceptual del artista. El primer motivo por el que merece unas buenas palabras. El segundo es por ese aire tétrico-romántico que se respira, el simbolismo que tiene la pieza. Las dos partes se articulan como un sótano y un piso casi abandonado, esa parte en la que vemos que esta derruido el suelo, esas flores que muestran su parte externa, pero también sus raíces, la luz, la oscuridad, un dualidad en el conjunto de la obra, que de echo también se articula de manera perfecta con la sala, que es maravillosa, consigue captar un concepto sencillo, representarlo sencillo, pero que esconde una complejidad filosófica extraordinaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario