domingo, 9 de octubre de 2011

Lugar de juegos.

Jorge Perianes: Abierto X Obras, Categorías. Matadero, paseo La Chopera, 14. Madrid.


Marina Fernández Navas.


Desde el día 18 de septiembre hasta el 13 de noviembre de este año está instalada en Matadero una de las mejores exposiciones a las que he asistido hasta ahora, algo que puedo afirmar a pesar de no ser una experta en la materia.

Se trata de Categorías, de Jorge Perianes. Ha sido creada para la sala que fue en origen la cámara frigorífica del matadero, que sufrió un incendio en el pasado y aun hoy conserva tanto el color de las cenizas en las paredes y techo, como el olor a quemado en algunas zonas de la estancia.

La imagen que se presenta al pasar el umbral de la puerta es impactante, se vislumbra una sala dividida en dos alturas. Puedes comenzar la gran aventura que se presenta recorriendo las dos zonas, pero lo primero es decidir, ¿la de arriba o la de abajo? Lo que primero llama la atención son las plantas que ocupan las dos estancias, en la superior el tallo y la flor, y en la inferior lo que nunca vemos de una planta, las raices. Por tanto, lo que está ante tus ojos es como una casa seccionada, un corte transversal que permite ver todo a la vez.

Al acceder a la planta superior por las pequeñas escaleras laterales puedes recorrer la estancia de una forma diferente: cerca de los arcos que están en el techo; se puede tocar, rodear, algo que normalmente esta fuera de nuestro alcance. Por los huecos que hay en el suelo se puede ver la parte de abajo, recordándote que aun tienes que bajar a verla. Caminas entre las pequeñas lilas que intentan abrirse paso hacia arriba, buscando la luz del sol.

En la zona de abajo puedes pasear entre serrín, astillas y tableros que han quedado desperdigados por toda la estancia. Hay una especie de banco, la única forma reconocible entre tanto barullo de madera; y justo en el centro de la estancia un grupo de traviesas amontonadas. Desde los agujeros del “techo” se puede recordar los instantes anteriores en los que has estado recorriendo y correteando por la parte superior. Sobre tu cabeza compruebas como caen las raíces de las platas, es como si te encontraras bajo tierra.

La instalación se compone casi exclusivamente de madera, exceptuando las plantas (que en este caso son artificiales) que aportan la única sensación de elemento vivo. Pero lo que la hace tan especial es que puedes moverte dentro de la obra, no simplemente observarla como si fuera un cuadro. Se pueden recorrer cada uno de los finos listones de madera que conforman el piso de arriba y esquivar los pedazos que hay esparcidos por la zona de abajo.

En toda la exposición se están enfrentando conceptos contrarios, como por ejemplo arriba o abajo, el más obvio, pero también vida y muerte, flor y raíz, construcción y deconstrucción, caos y paz… Todo esto provoca una dualidad que además se nos presenta a la vez, es como si tuviéramos la oportunidad de observar a la vez las dos caras de una misma moneda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario