Jorge Perianes, Categorías.
Por Javier González Zaragoza
Cuando un espacio concreto y la obra de un artista se complementan entre si, haciendo que la una forme parte de la otra se pueden conseguir grandes logros.
Esto ocurre en el Matadero de Madrid, con la exposición de Jorge Perianes que realiza para una sala específica del centro: la cámara frigorífica.
Al contemplar la sala durante unos instantes empiezas a reflexionar sobre el significado y comienzas a pasear, subiendo, bajando, observando... Y llegas a varias conclusiones.
Puedes interpretar la obra como hice yo, pensando que la planta de abajo, donde caen raíces y se admiran tablas de madera, no con mucha luz, quiere hacernos ver esa faceta de “lo que hay detrás de las cosas”. Esas cosas se refieren a un todo, un todo que viene desde los sentimientos no mostrados por un niño cuando sufre hasta la parte sucia y poco ética de varias realidades que se ocultan como raíces de un panorama que no salen a la luz.
En contraste con esta imagen, subiendo a la primera planta nos encontramos en un espacio donde contemplamos el vacío, con abundante luz y entre las tablas de madera del suelo crecen plantas. Ese lugar de plantas me habla sobre lo superficial, de aquello a lo que nos enfrentaremos, si es que no queremos ahondar en cosas desagradables, como si viviéramos en la oscura caverna del filósofo griego Platón, o fuéramos uno de los habitantes de la película Matrix.
Pero esto, aunque sea una muestra de arte contemporáneo, es mi interpretación, que tiene un papel importante, como la de todos, pero la intencionalidad del artista no era exactamente la misma. El papel del artista ha sido importante, porque me ha ayudado a llegar a un punto, pero a partir de entonces comenzamos caminos diferentes.
Su camino sigue siendo interesante a pesar de ello, la simbología del lugar y el contraste de espacios envuelto en la atmósfera de la sala incita a la reflexión y a la comprensión de la idea que muestra el artista.
El artista ha conseguido plasmar una idea, un concepto, un medio, del cual partimos, mediante la interpretación individual para llegar a una conclusión y lo ha hecho de una forma genial, en la que te sientes absorto por la obra y por el espacio, que han sabido corresponderse el uno al otro.
A mi gusto, la exposición es tan abstracta que puedes dialogar y no saber por qué, puedes sumergirte en las razones de la obra, pero es muy probable que antes de conocer la opinión del artista, te vengan diferentes pensamientos o teorías, esto hace que ese lugar sea especial, sea tan humano, que sirva para criticar, para reflexionar y para aprender a vivir.
Por todo esto que acabo de explicar, creo que es muy recomendable ir a contemplar y a recoger todo tipo de idea o de sensación para poder ir formando una personalidad, una perspectiva ante la opinión de los demás y también aprender a ser crítico, porque te guste o no la obra, hay que sacar lo máximo.
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