sábado, 22 de octubre de 2011

Evocación a lo eterno y lo efímero

Jorge Perianes, Categorías.


Matadero, Paseo de la Chopera, 14.

Icíar García Cañas

Al llegar a la exposición de Jorge Perianes (Ourense, 1974), entras por la puerta y ves una gran sala, el antiguo frigorífico del matadero de Madrid, en la que hay madera, madera por todos lados, formando una estructura que el propio Perianes divide en dos estancias, sótano y desván. El autor te invita a interactuar con la obra, a elegir por que lado quieres comenzar a explorar, en definitiva, a formar parte de ella.

Mi elección personal fue comentar por el sótano, la parte inferior puesto que la superior no la veía con demasiada estabilidad. Ese gran espacio que se observa desde la entrada se encoje, por la presencia sobre nuestras cabezas del techo que forma el desván, y a medida que caminamos dentro de la misma obra encontramos fragmentos de la madera en el suelo, tirados aparentemente al azar mostrándonos la fragilidad de las plantas, que tienes que ir esquivando para no tropezar con ellos. Si desde este sótano elevamos la mirada, encontraremos huecos en el piso superior que permiten que la luz entre hacia debajo de manera estratégica y unas raíces símbolo de vida que contrastan con lo que es la simple madera ya muerta.

Tras esta primera mirada, no puedes evitar subir al desván, a ver que te depara. Unas frágiles escaleras te conducen a la parte de arriba, que no dejan de crujir a medida que avanzas sobre ellas. Cuando por fin terminas de ascender, caminas por la estructura vislumbrando las plantas pertenecientes a las raíces del sótano. Esas plantas efímeras, que terminarán por acabar de la misma forma que el resto de la madera que inunda la obra de Perianes. La madera a medida que caminamos sobre ella continúa crujiendo, pero llega un momento que ante tanta impresión que te crea la instalación dejas de escucharla, observas el sótano a través de los agujeros presentes en el suelo del desván y también a la gente que transita por la parte inferior, que también son parte de la obra puesto que el entrar ahí solo, quizás careciese de sentido. Vemos asimismo un gran contraste entre lo que es el techo de la antigua cámara frigorífica, negro de hormigón frente a esa madera de apariencia más cálida y frágil aunque comparte la escasez de vida, más metáforica en cuanto a la cámara frigoríca y literal en cuando a la madera

Tal vez Perianes, nos esté explicando una forma de morir, como a pesar de lo fugaz de la vida, podemos seguir permaneciendo. La madera y la cámara frigorífica han pasado por un proceso que las ha llevado a morir, pero ahora mismo siguen siendo útiles, de otra manera pero siguen ahí, conservando algo de esa vida que tuvieron.

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