sábado, 22 de octubre de 2011

CINCO MUNDOS DIFERENTES

Espacio Imantado por Lygia Pape
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. C/ Santa Isabel, 52.
ALBA ORTIZ GARCÍA

Las personas que gozamos de tener los cinco sentidos a la perfección, somos seres humanos muy afortunados, ya que podemos sentir todo, ya que podemos unir un sentimiento con otro y verlo desde varias perspectivas, por ejemplo el café lo podemos oler lo podemos degustar lo podemos tocar, lo podemos ver e incluso escuchar cuando cae deslizándose por la taza, abarca así los cinco grandes sentidos del ser humano. Al igual que el café la obra de Lygia Pape nos transporta a cinco mundos diferentes ya que nos hace poner en marcha los cinco sentidos, en ocasiones cada uno por separado o por el contrario, unidos. Me atrevo a decir “cinco mundos diferentes” porque es tal la sensación de extravío, es decir, al contemplar cada parte de la exposición, cada vez que pones en marcha un sentido es como si te evadieras del mundo y solo te centraras en dicho sentido, en dicha parte de la exposición y formaras por un momento parte de un mundo diferente.
Lygia Pape, es una artista que protagonizo la transformación de su país, Brasil, en la segunda década del siglo XX además es una de las grandes representantes del arte contemporáneo en Brasil. Pape en Espacio Imantado, nombre que la brasileña le da a su exposición, introduce el neoconcretismo. En esta obra el espectador participa en ella de forma muy activa, lo que hace que se perciba una fusión ente el arte y la sociedad. Podemos ver que utiliza todo tipo de materiales y todo tipo de géneros. Nos encontramos desde unos lienzos con unas paralelas perfectamente realizadas hasta unas cucarachas muertas, pasando por numerosos videos, imágenes, poemas, hilos tensados, audiciones y cuencos con líquidos, los cuales el espectador puede probar libremente, es decir formar parte de ese espacio en la exposición de Pape. Así Pape nos lleva desde lo clásico (escultura, lienzo) hasta lo mas moderno (videos, audiciones).
En esta exposición también podemos contemplar como la brasileña hace uso de la xilografía y también de ese juego de llamar al espectador, de provocarlo a probar lo que contienen los cuencos por ejemplo o a adentrarse en las salas y descubrir lo que hay dentro.
En los videos podemos interpretar como quiere llamar la atención sexual y erótica del espectador, con ese video en el que aparece un vampiro utilizando lo pasional con la violencia. En estos videos también vemos grupos de gente en las calles reivindicando, o simplemente hechos cotidianos de diferentes tribus.
Al adentrarme en esta exposición, comencé con un sentimiento claro, un sentimiento de tranquilidad de contemplación pero según iba avanzando por las diferentes estancias y contemplando las diferentes obras, el sentimiento cambiaba a uno mucho mas oscuro, mas incomodo, tenia la sensación de querer salir corriendo de allí y no ver mas, una sensación extraña como de miedo sin llegar a ser temor pero al mismo tiempo, por otro lado, aunque es bastante contradictorio me invadía la curiosidad por seguir observando por seguir contemplando y llegar hasta el final de aquella exposición como si me fuera encontrar algo fuera de lo normal al acabar de verla y al salir de allí me di cuenta de que toda la exposición era algo fuera de lo normal, era algo que era contradictorio porque te hacia tener los cinco sentidos en marcha estar en cinco mundos a la vez, era algo maravilloso y temeroso al mismo tiempo, esa sensación de querer seguir sintiendo pero teniendo miedo al mismo tiempo.
Finalmente me gustaría mencionar que de toda la exposición me llamo la atención numerosas cosas pero lo que sin duda hizo que mi atención se engrandeciera en un grado máximo fue la ultima pieza, con la que se acaba la exposición, la llamada Ttéias, una serie de hilos dorados tensados que formaban una pieza magnifica y que estaban colocados en una sala totalmente oscura con una luz muy tenue y según ibas recorriendo alrededor de la pieza ibas sintiendo y recordando toda esa mezcla de sentidos que durante la exposición se había adueñado de ti.

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