Disfrutemos de la lujuria, las cucarachas sobreviven a todo.

Lygia Pape.“Estado imantado”.

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

C/ Santa Isabel 52.

BÁRBARA GUITIÁN RIOMOROS.

El impacto que provocan algunas de las piezas de esta exposición me ha recordado al siguiente poema:
“Fue una mirada,
un frenesí de besos,
una lujuria de sentimientos.
Fue un instante sin fin,
sin tiempo para soñar.
Y entonces despertamos,
... y seguimos amándonos.”

 Roshelys Marie.

En algunas de estas piezas, el color cambia según la perspectiva con la que se mire. Algunas de ellas parecen teclas de un piano, que dan esa sensación de musicalidad y baile de colores que juega con nuestra mirada.

Además de periódicos, libros, catálogos y fotos, en las salas encontramos geometría abstracta y geometría “pura y dura” que juega con la simetría, el contraste entre el blanco y el negro. El negro juega con el fondo negro a través de figuras como: semicírculos, triángulos, romboides y rectángulos.

Así, la primera parte de la exposición parece un gran patio de recreo, con muchas formas y colores que atraen todas las miradas. Incluso en alguna obra se puede interactuar con el medio, es decir, que el espectador forma parte de la obra, formada por volúmenes geométricos y efectos audiovisuales (con música de Pierre Henri).

El resto del conjunto son odas a distintos temas como, por ejemplo, la lujuria.

Las cucarachas son colocadas en un pedestal, protegidas por una vitrina. ¿Qué significa esto? Las cucarachas, de patas largas y espinosas, son intrusos que se reproducen rápidamente para alimentarse de los restos de tu comida… Hace referencia, pues, al parecido que hay entre este insecto y la propia raza humana. ¡Somos cucarachas humanas!

Estas odas a la lujuria son representadas a través de insectos, bocas chupando “cosas”, gente comiendo fruta, y mostrando, mediante videos, la “prueba de los placeres”, donde la autora da para escoger entre todos los placeres, para poder saborearlos en forma de pintura. “Los placeres violentos acaban con finales violentos”.

Otras obras representan la unidad, la conexión social. Personas que salen de su escondite de cucaracha para abrirse a esta unidad social. “La cucaracha sobrevive a todo”.

“El vampiro Wampirol” muestra, de forma misteriosa (como en otras obras), la lujuria humana en puro estado, haciendo referencia al mítico personaje del vampiro, que, gracias a sus “poderes”, atrae sexualmente a su víctima para luego acabar con ella.

En otros vídeo, Pape hace referencia a otras tribus y ciudades que muestran la vida cotidiana que pretende unir a toda la sociedad.

Llaman la atención las fotos en blanco y negro tomadas en la propia calle, que captan momentos de espectáculo, atracción civil, magia, etc. Pero, sin duda, la pieza que más me llamó la atención y me gustó fue “El libro del tiempo”, compuesto por muchos cuadros pequeños con relieves de diferentes colores, colocados en una enorme pared blanca. Representa la monumentalidad que pueden llegar a tener las pequeñas cosas unidas, como en una sociedad. El efecto de color-relieve es impresionante, la unión de formas sencillas junto a otras entramadas.

Por último, las otras piezas que más me llamaron la atención fueron las cuerdas tensadas y unidas por paredes, en forma de cilindro o cubo, llamadas “Ttéia”, que, a mi punto de vista, son una cárcel para esta sociedad representada en varias ocasiones.