miércoles, 5 de octubre de 2011


POR DESGRACIA SE LLAMA ARTE

My Ross Island/Ribbons. Nico Munuera, doble exposición, Galería Max Estrella y La Caja Negra.
Alejandro Gallego Mola

Se acabó lo que se daba, acabamos de encontrar en el arte abstracto un nuevo arte, un arte que por supuesto, se encuentra al alcance de la mayoría, no es más que un arte al que le faltan todas y cada una de las letras para considerarse ARTE, ¿Por qué se encuentra al alcance de todos? La respuesta es bien sencilla, porque cualquiera por un módico precio es capaz de comprarse un lienzo, unos pinceles, una paleta y unos óleos, ¿Con solo esto podemos hacer arte? Por supuesto, lo único que tenemos que hacer es garabatear, ensuciar y emborronar el lienzo, poner nuestra firma, darle un título con un toque sutil y glamuroso, y por último redactar un discurso enrevesado que por un oido me entra y por otro me sale, en el que explicaremos nuestra más que imposible visión de la obra y nuestra perfecta ejecución de las maravillosas pinceladas, que a mi juicio, parecen querer escapar del lienzo pues se sienten abochornadas por formar parte de dicho “arte” y sobre todo  por sentirse esclavas de un señor, el cual se considera artista.

El arte ha muerto, el arte ha dejado de ser bello, al típico pero débil detalle al que se recurre es al avance del arte, ya no se debe hablar de avance porque en realidad nunca lo hubo, no hay que engañarse, uno debe abrir los ojos y no buscarle cinco pies al gato, mirar a la abstracción, es no mirar a nada, es mirar a un vacío el cual no transmite ni la más remota de las pasiones, lo único que puede llegar a transmitir es el engaño, un engaño que ciega al observador seducido por la mentira.  A lo único que se dedican hoy los farsantes del arte, es a imitar un arte el cual no saben que está en decadencia, y que no tiene, o mejor dicho no debe tener ninguna salida salvo la hoguera.

Nico Munuera, autor de las exposiciones Ribbons y My Ross Island, es otro presunto artista que cae presa de su propia ignorancia y engaño que son mostrados en sus pinturas, las cuales expresan en mi opinión las lágrimas del arte camufladas por tonos cálidos los cuales nos sugieren algo, algo indescifrable, algo que no tiene nada que sugerir. Según Munuera, calma, paz, ártico, mejor engaño ¿no?, es el engaño a uno mismo y no a los demás, pues uno desea ser artista, aflorar su interior en un intento por conseguir un don, que no es más que un don innato, no se encuentra al arte, el arte te encuentra a ti.

Deberíamos hacer uso de nuestra razón e intentar comprender dicho “arte”, más, en mi situación, lo lamento, sigo considerándolo como el más grave de los insultos que le han hecho al verdadero arte, un arte que ha encontrado la plenitud de su vida desde el arte antiguo hasta las vanguardias, donde posteriormente a ellas, después de pender de un hilo, burló a la muerte y se marchitó.


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