miércoles, 5 de octubre de 2011

Al borde del abismo.

“Categorías”, Jorge Perianes, Abierto X Obras, Matadero de Madrid.


Por: Tania Domínguez Fernández.



Con el término “Categorías” sentencia el gallego Jorge Perianes su obra expuesta en el Matadero de Madrid. Una vez dentro de dicho espacio, el espectador se encuentra ante un escenario tan dramático como despoblado, en la que no solo carece de objetos que te saturen la visión, sino que como en gran parte de las obras de Perianes, la figura del hombre se encuentra ausente. Quizás sea una manera para que las pequeñas cosas llamen tu atención o simplemente para que cada uno encuentre una realidad diferente a la que se nos presenta.


Una visión general nos ofrece un espacio en ruinas, con restos de madera por el suelo, polvo, vigas caídas, con el techo muy cerca del suelo; en la que tanto en éste, como en el techo, nos encontramos con la presencia de la naturaleza, tanto con flores, como con raíces, dotadas de una intencionada simbología pensada por el artista. Una vez en el interior cuando empiezas a profundizar, te encuentras con una visión dualista de dos conceptos, como el título nos dice “categorías” que también era llamado antiguamente por los filósofos conceptos clave, y aquí reflexionamos sobre los conceptos de abstracción que aunque son contrarios, como el agua y el aceite, no se contraponen; el sótano y el desván, dos partes de una casa que en mera parte sirven para lo mismo, almacenar recuerdos, etapas de tu vida, enterradas u olvidadas. El sótano, donde se hallan las raíces representa el punto de partida, la gestación de la vida, mientras que el desván lleno de polvo, apenas sosteniéndose, lleno de flores que se extinguen con el deterioro del paso del tiempo, es el punto de reflexión y muerte. Dos lugares extremos de un edificio, dos tiempos cronológicamente distintos, pero que se encuentran en continuo equilibrio.


Aunque son contrarios ¿Qué sería el uno del otro? Es como si te miraras al espejo, en este caso de abajo a arriba y veas una completa evolución, dañina por el paso de los años. Al estar dentro, he sentido una sensación de vacío que me ha hecho ver más allá de lo que estaba viendo hasta dejar volar mi pensamiento y reflexionar en aquello que tenemos y aquello que nos falta, pues la mayoría de las personas fomentan el inconformismo y, en vez, de valorar más las cosas de su alrededor, quieren más, y, tal vez, en parte no se muestran apenas objetos en esta obra. Una reflexión que te lleve a valorar más lo que nos rodea, por muy insignificante que pueda llegar a ser, que la preocupación de tener la necesidad de querer algo que apenas nos vaya a importar.


Para concluir, esta obra está ubicada de una manera armónica y poética en dicho espacio arquitectónico. En mi opinión, es una obra que se adapta a los objetivos que Jorge quiere expresar, pero de una manera abierta, tanto formal como conceptual, puesto que no solo se le puede dar un significado en concreto, sino deja libertad de interpretación y de pensamiento.

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