JORGE PERIANES. Categorías.
Espacio Abierto x Obras, Matadero Madrid.
Plaza de Legazpi 8, Madrid.
Aroa Lozano Martín
No o hay nada mejor que conocer una realidad desde todos los puntos de vista, pues si no fuese así no sería realidad, sino parte de ella.
Jorge Perianes en su obra nos deja clara esa idea desde el primer momento.
No solo vemos una realidad caótica, oscura y con cierto aire nostálgico, sino que además nos podemos fijar en una realidad un poco más cálida y luminosa, aunque poco estable y ambas se pueden englobar en una mucho más grande e inquietante.
Por otra parte no solo pone en manifiesto las diferentes formas de interpretar una misma realidad, sino que juega con los contrastes y las emociones; abajo, en la zona más profunda, oscura y donde nos entra cierto reparo al atrevernos a adentrarnos es la misma zona donde nace la vida, donde crecen nuevas ilusiones y donde podemos observar que la muerte ni tiene siempre connotaciones negativas, pues de ella puede volver a surgir vida, quizás incluso más bella. es una zona donde nos sentimos inseguros, incómodos, acorralados, pero donde podemos observar los más bellos milagros de la vida, pues a través de los pequeños agujeros de lo tenebroso del "sótano" de la instalación podemos divisar la zona iluminada , llena de color y alegría.
A su vez, cuando decidimos echarle valor y subir al lugar inseguro, la "azotea"de dicha instalación, nos hacemos grandes, vemos las cosas por encima del hombro y podemos ver que aunque todo bajo nuestros pies parezca derrumbarse siempre habrá algo por lo que sentirse afortunado; pues por muy oprimida que esté, la vida siempre sale a flote, aunque no tenga nada donde poder sostenerse, aunque esté al filo de la muerte.
Todo ello podemos englobarlo en un lugar donde hemos visto el tope muy de cerca, tanto si estábamos abajo, cuando nuestro techo era el suelo de lo superior y el suelo era tan real como la vida misma, como estando arriba, cuando el techo real nos oprimía tan ténuemente como la luz que envolvía el espacio bajo nuestros pies, que pisaban un suelo inestable hecho por algo más inestable aún: el hombre.
El autor deja al descubierto el "esqueleto" de su construcción a la vez que nos muestra al desnudo cada una de las plantas, como queriendo mostrar la fragilidad de la vida, a veces tan caprichosa que surge en el momento y en el lugar menos indicado.
Jorge Perianes nos descubre nuevas alegorías de la existencia y la relación de éstas con la parte superior de la estructura, la azotea, la casa, el alma, con la zona inferior referida a lo extraño, lo místico, lo desconocido, el sótano que nunca nos atreveríamos a visitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario