sábado, 8 de octubre de 2011

SIN SÓTANO NO HAY DESVÁN

Jorge Perianes

Categorías

El Matadero. Abierto X Obras.

C/ Paseo de la Chopera, 14

ALEJANDRA LÓPEZ MANRIQUE

Categorías es una instalación donde Jorge Perianes (Ourense, 1974) plantea la vida desde una metáfora, jugando con el espacio, la iluminación y la madera.

La obra está ubicada en una antigua cámara frigorífica, donde aún se pueden admirar los arcos, carbonizados por el incendio del Matadero, de estilo neomudéjar construidos por Luis Bellido, y que se han introducido y metabolizado perfectamente en la obra de Perianes; no cabe ninguna duda por tanto, de que Categorías es un site specific.

Nada más entrar a la antigua cámara frigorífica vemos una estructura de madera que divide la sala en dos subespacios y que de alguna manera intenta aunarlos a la vez, formando así la metáfora más antagónica jamás representada de la vida. Además Jorge Perianes nos hace partícipes de la obra en cuanto que nos mete literalmente dentro de la obra, caminando por la sala o incluso subiendo a su parte superior y explorar así cada detalle de la instalación.

Para Perianes los dos subespacios de la sala representan la vida propiamente dicha, siendo la parte inferior lo que él denomina sótano, donde encontramos las raíces y los finales de los haces de luz, que simbolizan de alguna manera el principio de la vida, y la parte superior, a la que él llama desván, o podríamos denominarlo altillo, por estar un nivel por encima del suelo, donde según el artista se encuentran los recuerdos, el saber y el lugar para reflexionar.

Sin embargo, la primera sensación que tengo al entrar en la sala y echar un primer vistazo a la instalación, es de abandono, de una obra acabada pero abandonada, donde la parte superior se ha venido abajo por diferentes sitios, provocando lagunas, pérdidas de recuerdos e incluso podríamos decir pérdidas de identidad. Recorro la sala primero a nivel del suelo, sorteando las vigas partidas yaciendo en el suelo y que antes formaban una perfecta estructura superior, por donde ahora se cuelan haces luminosos que vienen del piso superior y que ahora iluminan los pedazos de madera quebrada del suelo. Pero cada hueco del nivel superior, deja un halo de esperanza, pues entre las vigas partidas que aún conforman el suelo de la segunda altura, hay una planta, una raíz, un comienzo de nueva vida.

Entro con sensación de agobio, de abandono, de deterioro, de lo que Perianes llama sótano pero salgo esperanzada, con una tímida sonrisa, que me hace pensar que quizás la parte más importante de la obra no sea lo que la conforma en casi su totalidad, sino las plantas, sus raíces, el comienzo de la vida.

Subo al lugar de reflexión, camino por su estructura, donde se ven los frutos del comienzo de la vida, las plantas, y la iluminación tan blanca y abierta, terminan consiguiendo que, imaginariamente, tape los huecos de esta estructura.

Salgo de la exposición ilusionada y alegre, con la idea de que detrás de toda derrota, hay una esperanza de recuperar lo perdido o volver a nacer para convertir esa derrota en una victoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario