Jorge Perianes, "Categorías" en Abierto X Obras.
Matadero de Madrid (Paseo de la Chopera 14).
Juan José García Rodríguez
¿Construcción o ruina? Es la primera sensación que provoca la pieza de Jorge Perianes situada en el Matadero de Madrid. ¿Se puede subir a la primera planta o simplemente solo se puede ojear desde el suelo? ¿Es una obra en la que se deba participar activamente de ella o pasivamente? Eso que se lo pregunten a aquel que haya sido el primero en contemplar esta construcción, esta arquitectura que está acabada o sin acabar.
Una vez que te hayas decidido, porque es así su obra, una obra en la que puedes decidir si quieres pasar y zambullirte en las profundidades de esa escena o sentir vergüenza y mirar como si miraras cualquier otro cuadro de algún museo de la zona.
Se desata un juego de contrarios, es una obra para valientes, es una obra que muestra una actitud desafiante que te obliga a pasar a otro mundo, a vivir algo que no has podido imaginar nunca, ¡Sí¡ a ser parte de una obra artística, a cruzar una puerta que te lleve a poder inspeccionarla desde lo más íntimo pues participas de ella.
Por dónde empezamos por lo que parece ser un sótano o subimos esas escaleras de madera y pasar a otro nivel, el desván. Perianes nos quiere hacer ver que su obra está accesible a cualquier persona que tenga la necesidad de experimentar que está en una casa la cual le falta lo más importante, donde sueles hacer tu vida, las cosas cotidianas, nos hace ver que le interesa más donde empieza la construcción, la base, tus raíces y el desván donde dejas olvidados y amontonados los recuerdos de objetos que nunca pondrás ya en tu hogar y que se llenarán de polvo.
Al penetrar de lleno en la obra y al subir esas escaleras y entrar en otra dimensión comienzas a tener una experiencia de inestabilidad, pues todo empieza a crujir, hay agujeros por los que te puedes colar, hay estructuras derrumbadas, tablones en punta y mucho cuidado con el techo que se te viene encima, agobio e inseguridad contrastando con la belleza de una planta que se asoma de entre los tablones, una flor que quiere seguir creciendo, madurando, que sale de la prisión, focos de luz artificial que enfocan y dan más énfasis en los momentos más delicados de la pieza, en esos agujeros. Pero ya está bien, bajemos al sótano, lleno de serrín, trozos de madera cortados, estructuras vencidas y no porque encima de ellas hubiera mucho peso, habrá sido la fuerza del vacío… cómo podrán sobrevivir aquellas plantas si no hay nada que las alimente, sus raíces colgando van abriendo paso haber si consiguen amarrase en algo que las sustente.
Sin ninguna duda Jorge Perianes ha conseguido crear una escena en la que cuenta con la presencia del espectador, su obra tiene sentido si se vive en ella y desde ella. Atrévete a entrar de lleno en esa arquitectura de madera, atrévete a ser parte de una obra artística.
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