domingo, 25 de septiembre de 2011

Arte revolucionario.

Avelino Sala. Blockhouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia.


Galería Raquel Ponce, C/Alameda 5, Madrid


Por: Tania Domínguez Fernández


Como el título afirma; lo que el artista Avelino Sala quiere aportar en su obra,” BlockHouse” es revolucionar al espectador a que vea más allá del efecto visual que poseen sus obras, a que vayas a su interior, como se puede leer escrito en una de ellas; “Sapere Aude” (Atrévete a saber”).


Clara es la influencia del movimiento de sublevados que aconteció en España durante el llamado movimiento 15-M antes de que la obra de Avelino estuviera terminada, pero en sus acuarelas refleja el movimiento obrero de los astilleros asturianos, en la que se pueden ver en las acuarelas que apenas portan color que no sea el blanco y el negro, Gijón, la tierra del artista.


Vemos entre sus obras una barricada, compuesta por libros lacados en negro, haciendo alusión a la cultura como el arma o instrumento más poderoso que tenemos, que la violencia solo genera violencia, por ello “la trinchera sin duda, ha de ser intelectual”, la cultura prevalece sobre la violencia.


Nos incita a mantenernos estáticos a futuros movimientos. El color negro puede aludir a la resistencia, a la lucha. El artista se representa a sí mismo o cualquiera que se sienta identificado, encima de una pila de libros y en contraposición de éste, de una manera física y en frente unos policías antidisturbios en mayoría de número, que apenas muestran sus rostros a través de unos contornos pintados, reflejando que por muy pequeño que seas o puedas llegar a ser, los ideales aportan resistencia, porque si alguien puede hacer algo es desde la base del conocimiento, puesto que el saber no ocupa lugar. También rescata a través del arte urbano, que se manifiesta mediante nuestra lengua madre, el latín, como “concedo nulli” ( no cedo ante a nadie), dejando huella tanto en las calles como en las personas. Y que hoy en día la juventud es la que debe llevar las riendas de sus ideales ante una sociedad tanto política, social y económica que se halla enferma.


Llama también la atención al bajar las escaleras hacia una segunda planta, donde se aprecian acuarelas y gouaches, en las que podemos apreciar las imágenes de unas tuercas, un tirachinas, de grúas donde no se encuentra ninguna figura humana, pero según seguimos con la exposición nos encontramos ante imágenes que nos muestran a varios hombres con rostros cubiertos, quemando neumáticos, representando la rebeldía de los obreros ante la represión. Para concluir la obra dejó escrito; “Audentes fortuna iuvat” (la fortuna sonríe a los audaces). ¿Quién será el audaz que siga su consejo?


Una exposición que plasma unos ideales tanto del artista como de aquellos que comprendan el mensaje de que el arte es el instrumento más poderoso y solo aquellos que tengan esperanza puedan tal vez llegar a comprenderlo, como dijo Aristóteles “La esperanza es el sueño del hombre despierto”, aunque algunos no quieran que despertemos. Creo que la intención del artista se capta de una manera clara y concisa para una futura reflexión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario