miércoles, 28 de septiembre de 2011

De Hollywood a la Ciudad Eterna.

Gregory Crewdson. Sanctuary. LA FÁBRICA GALERÍA. C/ Alameda, 9 Madrid.

Por Edurne Ruiz Tens.

Gregory Crewdson (Nueva York, 1962) aterriza en Madrid con su nueva exposición, Sanctuary, en la que sorprende con un nuevo enfoque de su trabajo. La serie la componen doce fotografías en blanco y negro de los famosos estudios de cine ubicados en Roma.

Para su primer trabajo localizado fuera de Estados Unidos, Grewdson ha optado por esta ciudad dedicada al cine. Cinecittà, que se encuentra ubicada a las afueras de la Ciudad Eterna, es un conjunto de estudios cinematográficos que en su larga trayectoria ha sido el telón de fondo de clásicos hollywoodienses como Ben Hur y de nuevas producciones como La Pasión de Cristo y la serie Roma, entre otras.

El fotógrafo no se afana en recrear la época en la que se desarrollan todas ésas historias. Su sentido es más bien nostálgico, y aunque parezca que poco tiene que ver con sus anteriores trabajos, sigue en su línea y su mismo discurso artístico, la de unas imágenes muy teatralizadas, dramáticas incluso, al inmortalizar un lugar dedicado a esa espectacularidad.

El vocabulario del fotógrafo sigue siendo el mismo, lugares misteriosos, entre lo decadente y hermoso, pero en Sanctuary los personajes han desaparecido. ¿Qué ha sido de ellos? Sus fans echarán en falta el toque cotidiano de su fotografía. Se trata de unas imágenes hermosas y muy melancólicas, pero carentes de un sentido íntimo y más personal como en otras de sus series, como 'From beneath the roses' (2005), por citar alguna. Las piezas son meras fotografías que una persona con conocimientos básicos de fotografía y un buen balance de blanco y negro es capaz de hacer. Aunque el autor nos quiera explicar que su intención era “el enfoque a la borrosa línea que separa la realidad y la ficción, lo natural y lo artificial”, lo cierto es que no consigue el dramatismo esperado y el resultado no es otro que fotografías de carácter turístico. No ha logrado representar los puntos más fuertes de Cinecittà, que a mi parecer merece más originalidad por parte del autor.

La elección del blanco y negro, como en su día hizo en Hover (1996- 1997) no parece adecuada a su estilo. Se trata de un fotógrafo que trata de manera espectacular el color y que de esta manera da un paso atrás en su trayectoria.

Viendo la gama de colores que se degeneran en los estudios, bien por el paso del tiempo, por las manchas de humedad o del propio atrezzo, lo más impactante habría sido captar el lugar en color. Se trata de un decorado italiano basado en la cultura italiana, por lo tanto los colores tienen gran protagonismo y son realmente evocadores. Crewdson se queda corto al fotografiar los decorados en blanco y negro, y peca de simplista cuando capta un andamio aquí, con una construcción romana allá, para contarnos que se trata de un decorado artificial abandonado.

Es una serie realmente bella, con gran sensibilidad, pero porque el decorado en sí mismo lo es, no porque Crewdson haya explotado al máximo su capacidad de retratar.

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