domingo, 25 de septiembre de 2011

¡A las barricadas!

Avelino Sala

BlockHouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia.

Galería Raquel Ponce, C/ Alameda 5, Madrid.

Por: Jesús Gómez Rubio

Abierta queda la guerra entre el opresor y el oprimido, entre los derechos y las obligaciones, podríamos decir.

¿Hasta cuánto el trabajo dignifica y se ejerce sin problemas?. En donde la democracia no es más que pura ficción y parte del teatro que se ejerce en el gobierno, una voz se eleva como siempre ante los demás, con un puño en alto, cerrado ante la adversidad, y con la cabeza bien alta, erigida a raíz de las ideas que insuflan a un corazón libre, a un proletariado que lucha por su dignidad, por su trabajo, que ni siquiera la fuerza bruta jamás podrá acallar.

Es así, como dijo el poeta nicaragüense Rubén Darío, “podrán cortar las flores, pero no podrán detener a la primavera”, como la voz silenciada del trabajador, se alza por encima de cualquier muralla ya que el ser humano no conoce de límites, salvo los que uno mismo se impone.

En este entramado conflicto en donde se disponen las notas musicales de la discordia por medio de las armas, Avelino Sala nos refleja en su conjunto, las insurgencias vividas por todos los trabajadores, sus armas y sus medios, y cómo no, que cualquier hombre ha de luchar por sus ideales, cueste lo que cueste.

Esclarecida queda la propuesta de esta obra protestante, de desaprobación latente en sus paredes, en donde estas mismas hablan en un latín clásico con citas célebres como señal de que ni ellas mismas se rendirán ante los embates de la injusticia.

El grupo Ska-p, en su canción “Naval Xixon”, nos refleja a su vez lo expuesto en esta sala, la voz protestante, de no ceder ante nada, como nos dice una de las primeras paredes, y sobre todo, no dar ni un paso atrás.

De esta manera, mediante los botes de spray, las acuarelas y los libros, Sala nos recrea todo lo sufrido en aquel conflicto, en aquella guerra civil por un trabajo, por una explicación ante el desalojo de aquel astillero que padeció la agonía de unos días de rebeldía e intifada, en donde las calles se cubrieron de escombros, y en donde con ellos, los obreros se sumieron en una mimetización perfecta con el lugar, haciendo ondear su grito escalofriante ante la marea negra que implacable se cernía sobre ellos.

Por último, no podemos dejar de citar su obra más impactante y llamativa dentro de esta galería, en donde se nos muestra una serie de libros colocados a modo de trincheras y en donde tras ellos se lee la frase de Emmanuel Kant “Sapere aude” atrévete a saber, como acto simbólico en donde la cultura es un muro, en donde a veces la ignorancia penetra y en donde la búsqueda del conocimiento en muchos casos, no está ligada al saber como máxima aspiración del hombre, sino penada por querer llegar a sitios que podríamos denominar prohibidos por las clases bajas.

He aquí el guiño del escultor asturiano Avelino Sala, hacia los conflictos existentes y que se reflejan hoy día en acuarelas.

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