miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una mirada al pasado

Gregory Crewdson

Sanctuary
Galería La Fábrica
C/Alameda, 9 (Madrid)

DANIEL TORRESANO PLAZA

Ruinas, andamios, destrucción, soledad... Es lo que, a primera vista, uno ve en las fotografías de Sanctuary, serie realizada por Gregory Crewdson, afamado fotógrafo nacido en Brooklyn (Nueva York) en 1962. Sin embargo, escasos minutos bastan para reconocer el significado de las imágenes, cuyo escenario se encuentra a las afueras de Roma. Las instantáneas reflejan el paso del tiempo que han sufrido los escenarios del legendario estudio Cinecittà (Ciudad del cine en español) nacido en los años 30, ahora convertido en un amasijo de hierros, vigas podridas e incluso graffitis. A pesar de ello, la magia de los estudios aún se mantiene intacta, un ambiente hollywoodiense y lleno de glamour, cuyos edificios y decorados recuerdan a la Italia de los años 50.

Estudios que un día fueron la competencia del boyante hollywood, por el que pasaron importantes directores como Federico Fellini, Luchino Visconti, Roberto Rossellini y Vittorio de Sica, entre otros. Un sueño que, a pesar de haber sobrevivido a un bombardeo nazi, no se mantuvo intacto a un terrible incendio. Dañado por las llamas y con las fotos realizadas en blanco y negro, los decorados reflejan la angustia pasada por ese momento. Gregory ha capturado esa atmósfera palpable de melancolía que se encuentra al acecho en cada esquina, cubiertas en sombras o de repente iluminadas por un halo de luz que suma misterio al momento.

El objetivo de Crewdson es despertar en el espectador sentimientos olvidados o que no suelen ser muy comunes en la sociedad, los cuales se acentúan con la técnica usada en blanco y negro, lo cual intensifica aún más la nostalgia y tristeza de cada escena desierta. Otro de los aspectos destacables es la presencia en un segundo plano de la ciudad moderna, el día a día en Roma, con edificios de arquitectura correspondientes a la actualidad, y en un primer plano los decorados dañados por el fuego y el paso del tiempo. Con esto, Crewdson podría dar a entender esa ansiada vuelta al pasado, de nuevo referente a la nostalgia de aquellos olvidados años en los que el cine era mucho más valorado y las ideas rebosaban por cada recodo de Cinecittà. La ausencia de retoques en las instantáneas hace que la serie sea mucho más creíble y se adecua más a la realidad, mostrando un perfecto manejo de la cámara y un magnífico encuadre.

En definitiva, Crewdson intenta guiar, con buenos resultados, al espectador a través de las fotos a un mundo dominado por la nostalgia y el añoro de aquellos años dorados en los que no importaban los efectos especiales o visuales, sólo bastaba un buen guión trabajado y ese toque de glamour que le daban los actores y actrices del momento, perdido en las películas actuales con pocos actores destacables y muchos mediocres.

En conclusión, todo aquel que no haya tenido la oportunidad de haber vivido aquellos años dorados y quiera realizar un pequeño viaje en el tiempo, esta es su exposición, que, a pesar de ofrecer una visión mucho más triste, podrá, con tan sólo una mirada, podrá pasear por sus calles e imaginar su propio Cinecittà.






No hay comentarios:

Publicar un comentario