UN BÚNKER DE CULTURA

“Blockhouse”

Galería Raquel Ponce

C/Alameda 5, 28014 Madrid (España)

www.galeriaraquelponce.es

Alejandro Gallego Mola

El arte ha sido y será el medio por el cual los artistas defienden sus ideales, por el que los artistas hacen un intento de conmover y unir a todos, por lo tanto es, un medio, que ligado a la cultura ofrece una resistencia que protege de los ataques continuos proporcionados por la lamentable situación económica, política y social que asola nuestro país.

Avelino Sala, organizador de la última exposición en la galería Raquel Ponce, nos presenta una serie de obras que reflejan la más pura reivindicación de la sociedad contra un sistema que hace estragos en su intento por cambiar, dicha exposición no es más que un retorno amargo al pasado, el cual comienza con una serie de láminas a acuarela ambientadas en los años ochenta con la revolución que provocan una serie de trabajadores, alrededor de un astillero, para defender sus puestos de trabajo en los que no encuentran apenas esperanza alguna de cambio pues se ven expuestos a un sol que se desvanece en el horizonte de sus vidas, dando paso a la oscuridad que se vuelve a ver reflejada ni más ni menos que en el movimiento del 15 M, en la cual el artista se representa como una marioneta del sistema que necesita defender sus derechos apoyado únicamente por una cultura reflejada en la mente de unos pocos, y ciegamente representada en la mente de los que deberían portarla.

Al más puro estilo vanguardista Avelino Sala, intentará reconstruir los valores del sistema, enfrentándose a una muchedumbre enfurecida, manipulada por una equivocada razón, ofreciendo a la población un búnker a medio de protección, un medio de resguardo para protegerse de continuos e incesantes ataques, “el búnker” construido mediante una pila amontonada de libros, se encuentra capitaneada por la expresión latina Sapere Aude, difundida por Immanuel Kant y acuñada a Horacio, la cual es ni más ni menos la clave de su exposición, todos nos debemos atrever a saber, culturizarnos, saber lo que pasa a nuestro alrededor, siendo conscientes de que debe haber un cambio, de que no hay que dejarse controlar, de que hay que descubrir un nuevo medio que será de gran ayuda para nosotros, la cultura, el único cimiento que hemos de modelar para no acabar en la perdición.

Dejando atrás el mundo perdido, conforme vemos cada obra, nos adentramos más en el espacio de resistencia donde habita el artista, el cual muestra en dos de sus dibujos la cara tapada, que permite centrarnos únicamente en su mirada, una mirada que se abraza tanto a la expresión latina Concedo Nulli, el lema principal de Erasmus, el cual mediante el pincel y unos cuantos libros nos demuestra que no debemos ceder ante nadie, como a la expresión también de origen latino Audentes Fortuna Iuvat, con la que pretende el cambio, la fortuna sonríe a los audaces, a los valientes, a aquellos que no temen a nada, dejando clara de esta forma que el cambio no significa temor, siendo nuestro temor una forma opresiva del cambio.