jueves, 29 de septiembre de 2011

El artista que no huye de su historia, sino que cambia sus formas.

Gregory Crewdson. "SANCTUARY"
Galería La Fábrica
C/ Alameda 9, Madrid

Por: Elena Cuesta Martínez


El renombrado fotógrafo, Gregory Crewdson nos propone una serie de fotografías de sentimiento nostálgico que nos alejan de sus series anteriores, pero que siguen mostrando su estilo americano y ese gusto por un mundo aparte lleno de detalles. Ya desde sus comienzos sus fotografías transmiten sentimiento de soledad; la vida como un espectáculo cinematográfico; momentos inconcretos en un espacio-tiempo lleno de misterio y transcendentalidad. La idea de belleza compleja que otorga a cada fotografía, nos induce a una re introspección tanto en nosotros mismos como en el método expresivo del propio autor. En “Sanctuary” el artista narra una historia, que de alguna manera sigue siendo la misma con la que ha trabajado ya en sus otros trabajos. En sus fotos están las mismas angustias y esperanzas, pero elaboradas desde otro punto de vista. Otra forma, como mencionó en una de sus anteriores entrevistas.

Es gracias a la inclusión de elementos simbólicos por lo que se impulsa este discurso narrativo. Dellates como los castillos de andamios, las texturas del objeto muerto, las estáticas hiedras son los que crean ese vocabulario propio, ese mensaje. Su valoración estética, su técnica fotográfica, me trasporta mas allá de un tiempo fijo concreto y me involucra en ese ecosistema de elementos de una forma totalmente personal.

Así, reflexiono ante la realidad actual de la industria cinematográfica. Siento tanto esa nostalgia romántica a otro tiempo, como la rabia y el vacio de ese abandono a las primeras estructuras a los primeros moldes de creación. Con una cartelera como la actual, me atrevo a decir que el cine o ha muerto o se ha escondido, quizás, entre los recovecos de la ruinas de la antigua roma, o tal vez, detrás de sus puertas, reflejos, luces y sombras.

Con esa sensibilidad compositiva influida por artistas tales como Alfred Hitchcock o Walker Evans; Gregory apuesta esta vez por congelar la ausencia y crear así una presencia en el tiempo. En contraposición con el presente nos encontramos en el escenario anárquico de la posproducción; Los decorados del pasado. Un pasado que recreaba un pasado.(Roma) Que aunque verdad y ficción al mismo tiempo, constituye una historia que debe ser conservada. De esta forma entramos no simplemente en una exposición, entramos a un Santuario (“Sanctuary”) Donde las obras nos recuerdan esa imposibilidad de retorno.

En cuanto a la técnica, quiero expresar que como estudiante autodidacta de fotografía, me cuesta ser crítica a su impresionante estilo. Sin embargo pienso que en su serie repite algunos elementos bastante convencionales que no me llegan a convencer, como esas direcciones visuales tan claras, el uso de la puerta como metáfora, la temática del abandono trasladada al blanco y negro y las ruinas…

Sin embargo por otro lado no puedo dejar de maravillarme ante el detallismo que logra alcanzar con sus imágenes. Esas pinturas geométricas, la paloma en el centro del encuadre, los mosaicos de reflejos, la textura de los muros, los castillos de andamios y la pintura de los reflejos, crean una dimensión propia que ya, sin mensaje alguno, me producen un placer estético que me trasporta al L'art per l'art.

Quiero concluir mi crítica con una idea básica, Gregory tiene una historia que trasmitir, a través de sus distintas caras, nos lleva a descubrir su interior y a su vez, si nos queremos dejar llevar, también al nuestro.

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