miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿HAY ALGUIEN AHÍ?

Gregory Crewdson.

Sanctuary, Galería La Fábrica.
C/ Alameda 9, Madrid.

Juan Carlos García Benito


Asustados, entramos en la galería"La Fabrica" inconscientes de lo que allí vamos a hallar. Al entrar, en el primer piso nos encontramos las primeras fotografías que nos llenan de desolación y melancolía. Fotografía en blanco y negro de edificios y ciudades postapocalípticas, en las que predomina la destrucción y el caos. En algunas de ellas, se pueden ver lo que parecen restos de andamios y redes como si ese espantoso lugar hubiera sido enclave de algo importante.
En algunas de estas imágenes nos encontramos al aire libre mientras que en otras, Gregory Crewdson nos sitúa en patios interiores, con puertas entornadas o semiabiertas enfrente nuestra o en pasillos de una ciudad de la época clásica.
El tratamiento de las fotografías es la parte más importante en la obrad del estadounidense pues crea la atmósfera perfecta a partir de este paisaje en blanco y negro, como si estos escenarios estuvieran preparados para darnos el susto. El espectador de estos cuadros intenta encontrar vida en esos escenarios y teme que en su búsqueda se tope con algún elemento que por sorpresa nos haga saltar. El uso del blando y negro en las fotografías ayuda al autor a plasmas la soledad, la destrucción o el abandono de estos lugares; y al espectador a sentirlo con más viveza.
Pasando al porqué del título, Sanctuary, se debe aclarar que estos espacios que forman el mítico estudio Cinecittá de Roma ( ciudad del cine), también conocidos como" la Hollywood sul tevere" ( Hollywood sobre el Tíber) pueden ser un sitio de culto para muchos cinéfilos y que estas fotografías encuentran no solo la parte misteriosa del estudio, sino también su parte tranquila, digna de adoración, como si de un ídolo pagano se tratase.
Con las imágenes delante, parece que Crewdson nos quisiera mostrar el principio, el inicio de una película, los entresijos de lo que luego será una historia. Al estar todo sin vida aparente, la sensación de grandiosidad es aún mayor. A primera vista todo parece patético como si estuviéramos presenciando imágenes de un poblado chabolista pero conforme te sumerges en la obra, un halo de misticismo se adueña de ti.
Este parecer que tengo sobre la obra no es propio mio,sino que al estar en contacto cn compañeros que viven el séptimo arte, puede ver una sonrisa en sus caras a saber que la serie de fotografías pertenecían a los estudios Cinecittá, lo que me impresiono e hizo que tomara una visión distinta a la previa a ese momento.
En definitiva, la obra del estadounidense Gregory Crewdson puede parecer desalmada, triste, melancólica, desprovista de vida y sentido; pero también puede ser un símbolo de lo que fue, vestigios de un pasado deslumbrante en el que el estudio Cinecittá( una gran inversión norteamericana) era anfitrión de increíbles producciones ambientadas en el mundo romano como Quo Vadis y Ben Hur; otras del oeste como La Muerte tenía un precio y algunas superproducciones como La Pasión de Cristo de Mel Gibson

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