miércoles, 28 de septiembre de 2011

el poder de las sensaciones

Valeria Belenky

La exposición realizada por Gregory Crewdson (1962 Brooklyn, New York) denominada Sanctuary está formada por un conjunto de fotografías digitales en blanco y negro, utilizando como escenario los exteriores del estudio Cinecittà a las afueras de la capital italiana. Es el primer trabajo que el artista ha producido fuera de los Estados Unidos.



La colección fotográfica despierta una sensación de nostalgia en el espectador, ya que todas ellas comparten características muy similares, siendo la base sobre la que se apoyan la arquitectura desnuda. El foco de atención se centra en los edificios, aparentemente abandonados, así como la naturaleza y ese ambiente de melancolía que se respira en el que la presencia humana se ausenta. De este modo el protagonista en sí es la sensación que te evoca al observar dichas obras. Las emociones priman en las imágenes. Todos los elementos van ligados; una naturaleza rica que se apodera de las construcciones donde la figura humana se ha evaporado, el descuido, el abandono.



El autor lleva a cabo una serie de contrastes. Como hemos dicho, las fotografías fueron realizadas en antiguos decorados. La ficción frente a la realidad viene a mostrarnos Crewdson. Como ese espacio en el que fueron realizadas historias ficticias es al mismo tiempo la realidad en la que vivimos.

La naturaleza y las edificaciones, elementos fundamentales en esta colección, también generan una cierta diferencia entre lo natural y puro frente a la expansión abusiva de la mano del hombre a lo largo de los siglos, desembocando en la ausencia total de los individuos. Así como la diferencia entre lo bello y el desinterés en el cuidado de las construcciones, como de alguna manera el ciclo de la naturaleza se refleja de un modo contrario frente al deterioro de los edificios.



También hay que mencionar el importante papel que juega en esta exposición la luz, intercalando espacios de sombras frente a otros violentamente iluminados. Como el artista “obliga” a centrar nuestra atención en determinados puntos de la obra frente a otros y gracias a ello puede crear un gran abanico de impresiones en el público. De hecho, la forma en la que está ambientada la luminosidad favorece al empobrecimiento de los edificios, provocando una imagen quizás más dramática en comparación con lo que podría llegar a ser.


Asimismo, los colores empleados restringidos al blanco y negro contribuyen a ese deseo de causar sentimientos relacionados con la soledad, el sentirse desprotegido frente a una naturaleza arrolladora, la angustia, la melancolía y un sinfín de adjetivos ligados a ello.

De esta forma, con la utilización de estos colores, el artista construye, ayudado por los distintos elementos que hemos ido nombrando, esa inevitable sensación.



En conclusión podemos señalar como Crewdson hace hincapié en los colores para preparar anímicamente al espectador, así como la ausencia de la población, facilitando el derrumbamiento de los edificios y unido a ello el poderío de la naturaleza. Cada uno de estos componentes son la clave en esta serie fotográfica, puesto que nos conducen a una interpretación indiscutible.

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