Avelino Sala, Blockhouse. Sobre la construcción de un
espacio de resistencia en tiempos de indolencia. Galería
Raquel Ponce, C/Alameda, 5.
ÁLVARO LORENZO PACHE VALLE
He de confesar que, la exposición de Avelino Sala (Gijón,
1972) no se corresponde con la idea preconcebida que tenía sobre las galerías
artísticas, con un tono minimalista pero muy expresivo, creo que es difícil que
el arte de este asturiano deje indiferente a nadie y es precisamente ahí donde
radica su grandeza, puede gustarte o no, pero a pesar de sus enigmáticos
mensajes en latín y sus impactantes monocromías triunfa a la hora de transmitir el mensaje que desea mostrar a
su público, un mensaje urbano, donde la figura de la “Barricada” toma la de forma
decenas de libros lacados de negro y ofrece un refugio onírico o “Bunker” en
medio del caos que nos rodea.
Lo que la exposición nos presenta, en términos generales, es
un conjunto de plantillas y objetos mono-cromados que contrastan con grandes
escenarios panorámicos pintados en vividos colores cálidos a acuarela, los
paisajes en particular se refieren a las costas asturianas donde los trabajadores
han librado una larga “guerra” con el
propósito de conservar sus empleos ante el inminente fin de los astilleros, un
conflicto que sin duda ha influenciado la obra de Sala. También llama la
atención la aparición, de manera reiterada de una figura del tipo “héroe
rebelde” que forma parte de la mayoría
de las piezas de la galería, ya sea en el primer plano de una plantilla a
carboncillo o como pequeña escultura que se posiciona, de manera desafiante,
ante una gran cantidad de figuras de autoridad representadas a modo de oscuros
e impresionantes entes en frente suya.
Lo que a primera vista parece expresar un mensaje cuasi anti-sistema muy en la línea
del británico Robert Bansky cobra, sin embargo, un significado más profundo
cuando analizamos las frases en latín presentadas a modo de grafiti que se distribuyen
por las diferentes secciones de la sala.
“SAPERE AUDE” atrévete a saber, “AUDENTES FORTUNA IUVAT” la
fortuna sonríe a los audaces “CONCEDO NULLI” no cedo ante nada o nadie.
Partiendo desde estos términos, frases célebres de grandes
filósofos, el autor nos invita al pensamiento independiente, a no dejarnos influenciar o dirigir por opiniones
ajenas, a esgrimir el conocimiento como un arma de rebelión ante el orden
establecido de la que deben partir nuestras acciones y que debe ser preservada,
precisamente el primer grafiti de la sala, el principal mensaje que se presenta
ante el espectador es esa misma frase “Sapere Aude”, “ten el valor de usar tu
propia razón” reafirma este punto de vista, una invitación a utilizar la
cultura y el conocimiento como refugio libre en este tiempo caótico que nos ha
tocado vivir.
Creo sinceramente que, viendo el mundo de hoy en día es
fácil ver de dónde viene esta obra. En una sociedad donde se puede sentir la
impotencia, el desamparo y la futilidad de la acción individual ante los cada
vez más grandes y complejos organismos que se protegen entre si y se distancian
del ciudadano de a pié, muchas veces cometiendo tremendas injusticias que quedan sin castigo, una sociedad que a
pesar de tener cada vez más a mano instrumentos de culturalización se encuentra
menos culturalizada y más dependiente del pensamiento ajeno y de los cuerpos
gubernamentales, la ira que se acumula dentro de cada uno se expresa de una manera
u otra y creo que esta exposición de Avelino Sala es un magnífico ejemplo
contemporáneo de ese sentimiento cada vez más generalizado de que el ciudadano
debe jugar un rol más prominente en el control directo de su propia vida, plantearse
su papel ante la sociedad y luchar de forma firme por aquello en lo que cree.
No hay comentarios:
Publicar un comentario