miércoles, 28 de septiembre de 2011

Razón y Revolución


Avelino Sala, Blockhouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia. Galería Raquel Ponce, C/Alameda, 5.

ÁLVARO LORENZO PACHE VALLE

He de confesar que, la exposición de Avelino Sala (Gijón, 1972) no se corresponde con la idea preconcebida que tenía sobre las galerías artísticas, con un tono minimalista pero muy expresivo, creo que es difícil que el arte de este asturiano deje indiferente a nadie y es precisamente ahí donde radica su grandeza, puede gustarte o no, pero a pesar de sus enigmáticos mensajes en latín y sus impactantes monocromías triunfa a la hora  de transmitir el mensaje que desea mostrar a su público, un mensaje urbano, donde la figura de la “Barricada” toma la de forma decenas de libros lacados de negro y ofrece un refugio onírico o “Bunker” en medio del caos que nos rodea.

Lo que la exposición nos presenta, en términos generales, es un conjunto de plantillas y objetos mono-cromados que contrastan con grandes escenarios panorámicos pintados en  vividos colores cálidos a acuarela, los paisajes en particular se refieren a las costas asturianas donde los trabajadores  han librado una larga “guerra” con el propósito de conservar sus empleos ante el inminente fin de los astilleros, un conflicto que sin duda ha influenciado la obra de Sala. También llama la atención la aparición, de manera reiterada de una figura del tipo “héroe rebelde”  que forma parte de la mayoría de las piezas de la galería, ya sea en el primer plano de una plantilla a carboncillo o como pequeña escultura que se posiciona, de manera desafiante, ante una gran cantidad de figuras de autoridad representadas a modo de oscuros e impresionantes entes  en frente suya. Lo que a primera vista parece expresar  un mensaje cuasi anti-sistema muy en la línea del británico Robert Bansky cobra, sin embargo, un significado más profundo cuando analizamos las frases en latín presentadas a modo de grafiti que se distribuyen por las diferentes secciones de la sala.

“SAPERE AUDE” atrévete a saber, “AUDENTES FORTUNA IUVAT” la fortuna sonríe a los audaces “CONCEDO NULLI” no cedo ante nada o nadie.

Partiendo desde estos términos, frases célebres de grandes filósofos, el autor nos invita al pensamiento independiente, a no  dejarnos influenciar o dirigir por opiniones ajenas, a esgrimir el conocimiento como un arma de rebelión ante el orden establecido de la que deben partir nuestras acciones y que debe ser preservada, precisamente el primer grafiti de la sala, el principal mensaje que se presenta ante el espectador es esa misma frase “Sapere Aude”, “ten el valor de usar tu propia razón” reafirma este punto de vista, una invitación a utilizar la cultura y el conocimiento como refugio libre en este tiempo caótico que nos ha tocado vivir.

Creo sinceramente que, viendo el mundo de hoy en día es fácil ver de dónde viene esta obra. En una sociedad donde se puede sentir la impotencia, el desamparo y la futilidad de la acción individual ante los cada vez más grandes y complejos organismos que se protegen entre si y se distancian del ciudadano de a pié, muchas veces cometiendo tremendas injusticias  que quedan sin castigo, una sociedad que a pesar de tener cada vez más a mano instrumentos de culturalización se encuentra menos culturalizada y más dependiente del pensamiento ajeno y de los cuerpos gubernamentales, la ira que se acumula dentro de cada uno se expresa de una manera u otra y creo que esta exposición de Avelino Sala es un magnífico ejemplo contemporáneo de ese sentimiento cada vez más generalizado de que el ciudadano debe jugar un rol más prominente en el control directo de su propia vida, plantearse su papel ante la sociedad y luchar de forma firme por aquello en lo que cree.


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