Gregory Crewdson Sanctuary
La Fábrica Galería. C/ Alameda 9
Por María Chacón del Río
Reconocido por sus escenas surrealistas de los hogares y vecindarios americanos, cambia totalmente de estilo en su nueva obra, donde el paisaje es el estudio Cinecittà en las afueras deRoma. Influido por grandes directores como David Lynch o Alfred Hitchcock, utiliza un estilocinematográfico ambientado en el Hollywood de las años 50.
Allá por los años treinta, bajo el mandato de Mussolini, nacía este escenario conocido como la ciudad del cine. Lugar que la fue meca para grandes directores como Federico Fellini , Roberto Rossellini, ó Luchino Visconti entre otros. En 1943, un bombardeo nazi arrasó la ciudad dejando un paisaje de ruinas y andamios, al que hoy nos acerca Crewdson.
Este trabajo es el primero que produce lejos de Estados Unidos y consta de 12 fotografías en blanco y negro (es el primero en blanco y negro desde Hover) de apariencia surrealista, que captan las miserias de la roma de antaño, donde nos muestra espacios en los que en un tiempo pasado, fueron grandes decorados donde se realizaron películas tales como Ben-Hur ó Cleopatra y que ahora se encuentran en ruinas y totalmente deteriorados, reflejando la añoranza del pasado glorioso.
Las fotografías capturadas por el día y en el crepúsculo de la noche, crean una atmosfera de luces y contrastes melancólicos que llenan la obra de misticismo y soledad. Una de las carácterísticas que Gregory tiene siempre en su obra es esa sensación de soledad.
Una novedad es la ausencia de presencia humana (en todos sus trabajos aparece siempre gente), las calles se muestran vacías, como si nunca hubiese existido vida. Y en cambio, si miramos para atrás en ese pasado mítico y gloriosos podemos ver a esos grandes actores que paseaban, haciendo de este lugar uno de los primeros lugares en los que se creará la historia de Hollywood.
El protagonismo es para las calles, los edificios, los decorados que están sin terminar, las estatuas en ruinas, el paisaje lleno de hierbas, los charcos… Todo esto nos produce desolación, incertidumbre, puede resultarnos hasta un tanto tétrico, pero sobre todo nostalgia.
Bajo mi punto de vista Crewdson logra transmitir ese sentimiento de nostalgia mediante este fascinante trabajo. Pero profundizando un poco más podría dar más información ya que si no te informas previamente sobre lo que vas a ver, solo ves unos edificios lúgubres deteriorados sin más, pese a esto la sensación de soledad (propia de sus trabajos), de nostalgia, de lo que un día fue y no va a volver a ser, están patentes en la obra sin ninguna duda.
Otro detalle importante que me ha llamado la atención es la elección del blanco y negro en lugar del color original, le da un toque más sombrío y misterioso, que te invita a querer ver más.
Finalizando esta critica solo me queda decir que merece la pena ver la exposición, y así darnos cuenta de que todo pasa, que lo que hoy es grandioso, mañana solo puede ser las reliquias de lo que un día fue grande.
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