lunes, 26 de septiembre de 2011

Libros en negro

Avelino Sala. Blockhouse.
Galería Raquel Ponce
Calle Alameda 5 Madrid.

Natalia Gil Serrano

Con el nombre de “Blockhouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia” Avelino Sala inauguró una exposición el 1 de septiembre. Al entrar en la Galería Raquel Ponce lo primero que llama la atención al espectador es esa barricada de libros amontonados y pintados de negro, que sin duda no deja indiferente a nadie. Es entonces cuando observas a tu alrededor y vas hilando algún tipo de historia, o más bien de lucha.

Por la sala se muestran dos personajes como eje central de esta lucha: la resistencia y los antidisturbios. Pero llama la atención la forma de retratarlos tan sutilmente, de marcarnos la diferencia entre dos frentes.

La resistencia aparece protegiéndose con libros, con graffitis en spray negro reivindicando frases en latín como Concedo nulli (no cedo ante nadie), Audentes fortuna iuvat (la fortuna ayuda a los audaces) o Nil Difficile Volenti que viene a decir que nada es imposible si uno tiene voluntad, frases que contrastan con ellos mismos, frases de una lengua antigua, ahora culta que confluye con el símbolo de los libros que predomina en su defensa. Personajes de alguna forma cercanos al ser dibujados con lápiz, mostrando únicamente su mirada que dice que no se van a rendir pero también representándolos actuando, creando el caos para buscar algún tipo de orden. Y la figura de los antidisturbios como una amenaza, todos juntos, armados y protegidos en una pared negra pintados con el mismo color sobre hojas blancas. En una pared se distribuyen sus figuras negras casi abalanzándose sobre una torre de libros con un pequeño personaje con sudadera tapándose la cabeza con la capucha y la cara con un pañuelo, que incluso puede parecer que se mantiene allí erguida desafiante.

Tal vez Avelino Sala nos quiera hacer ver el poder de la palabra, la cual se puede utilizar como arma contra las fuerzas que representan este tiempo de indolencia, que no se conmueve ni se ve afectado por nada.

Pero a la vez Avelino Sala nos muestra acuarelas de tonos cálidos, un atardecer anaranjado sumiendo en la oscuridad dos gruas, que a pesar de ser algo completamente diferente a lo demás, acaba encajando perfectamente. Y aún así te hace pensar en qué sucederá cuando ese atardecer caiga, puede ser un funesto vaticinio del futuro que nos aguarda. Ahí es cuando nos reta con esas figuras encapuchadas a enfrentarnos, a revelarnos y a defendernos, a adentrarnos en la oscuridad de la noche reflejada en la figura de los antidisturbios, porque después volverá a salir la luz.

A lo largo del recorrido de la galería, a través de la expedición de la lucha del autor apoyada en esos pilares culturales llamados libros, observamos como la rebelión y aguante contra el poder no se da solo en la mente del artista, sino, como se refleja en algunas de sus acuarelas, en episodios históricos de este país, como las revueltas en los astilleros gallegos, o como la representación de los periódicos como arma cultural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario