Avelino Sala. BlockHouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia. Galería Raquel Ponce, C/ Alameda, 5.
MARINA FERNÁNDEZ NAVAS.
Una pequeña muestra de la situación mundial actual es la que nos presenta el asturiano Avelino Sala en la Galería Raquel Ponce. Se trata de una propuesta en la que el autor nos invita a unirnos a la lucha por nuestros intereses a través de la cultura.
La primera estancia nos recibe con un joven guardando silencio, con mirada desafiante, aspirando a convencernos a tomar parte de su lucha. Siguiendo con el desafío, aparece un pequeño personaje plantando cara a fuerzas de autoridad armadas que emergen de la pared. Ese diminuto joven sobre una pila de libros amparado en su cultura y conocimiento, podría representar a toda la población que gracias a esa educación ha logrado llegar a superar su miedo y aumentar sus ganas de batalla contra la sinrazón, el único camino para encontrar esa libertad que andamos buscando.
Asustados por estas imágenes que son un presagio de violencia, podemos refugiarnos en ese búnker de libros; quedar aislados de lo que esté ocurriendo al otro lado, defendernos con esas lindas historias encerradas en las páginas que nos apartan de la realidad. Pero esa falta de información real, de lo que de verdad está ocurriendo a nuestro alrededor, nos hace levantar la cabeza buscando una salida y, en ese momento aparece ante nuestros ojos ese expresivo grafiti que en dos simples palabras nos da fuerza de nuevo para seguir luchando. “SAPERE AUDE”, atrévete a saber, atrévete a descubrir lo que ocurre en torno a tu cáscara protectora.
La escasa variedad cromática de toda la exposición, centrada prácticamente en blanco y negro, transmite una visión desgarradora, que nos empuja a actuar y a unirnos a esa protesta ante el abuso de poder de unos pocos que quieren controlarnos como si fuéramos sus marionetas. Por el contrario, las acuarelas en color, son reminiscencias de su Gijón natal, a través de las cuales el autor envía un mensaje de protesta ante los conflictos laborales que han surgido en los astilleros asturianos.
Se podría interpretar también, viendo las grúas de los astilleros junto con la acuarela de las tuercas y tornillos, que hay algo en construcción, y extrapolarlo a nuestra situación, algo ha comenzado a cambiar en nosotros y nos empuja a unirnos para llegar más allá.
Ante la apatía generalizada en la que una gran mayoría de nosotros está inmersa y la pasividad con la que vivimos hoy en día, el autor quiere hacer un último llamamiento al final de la exposición: “AUDENTES FORTUNA IUVAT”, haciendo mención a todos aquellos que arriesgaron y triunfaron y, bajo este rótulo, el spray empleado en todos los grafitis también en negro y sin el difusor. ¿Qué nos quiere mostrar el artista, que se ha acabado la pintura intentando plasmar unas vanas ideas o que realmente ya no puede decirnos más?
Prefiero decantarme por la segunda opción, entendiendo así que es hora de salir a la calle y dejar de hablar, ya que ha llegado la hora de actuar, dejar atrás nuestros miedos y plantarle cara al mundo.
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