Avelino Sala. Blockhouse. Sobre la construcción de un espacio de resistencia en tiempos de indolencia.
Galería Raquel Ponce C/ Alameda, 5, Madrid.
- María Tanco González.
Existe un lugar en Madrid donde la indignación y la rabia es más que una postura ideológica. Donde se convierte en arte y se plasma en papel de acuarela. Donde la violencia no es más que la suma del blanco y del negro dando forma a policías que parecen estar a punto de saltar sobre un pequeño muñeco.
Puede parecerlo, sí. Ese muñeco indefenso está a punto de ser devorado por una carga policial. Pero no es cierto. Está protegido por toda la cultura que le respalda, y esos policías no son más que dibujos en papel. No existe tal enemigo.
Esta muestra artística nos deja muy claro a lo largo de su visita que la cultura es nuestra mejor defensa, y a su vez nuestro mejor ataque. Es un intento de crear un espacio de resistencia contra el desencanto que nos produce la situación actual. Crisis, robos, recortes, desfalco, cierre de empresas. Un guiño a su vez, a los casi 5 millones de parados.
En un primer momento, podríamos pensar que en realidad el chico que se muestra múltiples veces, ése que se cubre la cara y mira desafiante a la vida es un vándalo. Pero somos nosotros mismos. Es esa parte de nosotros que un día dejamos que durmiese. Porque es mucho más fácil acomodarse a la realidad que intentar cambiarla. Resulta más cómodo cambiar nuestros principios que los de todo un país.
El tema de la indignación se enlaza a su vez con su segundo propósito: Los problemas en los astilleros de Gijón. Resulta horriblemente triste que los principales sindicatos hiciesen oídos sordos a los recortes, a los despidos, a los meses sin cobrar. Hasta que llegó el punto que las manifestaciones y las quejas llegaron demasiado tarde como para conseguir nada. Cayeron en saco roto. Sin posibilidades.
Curiosamente las únicas piezas que tienen color, son a su vez las más duras, sin que este color llegue a resultar violento. Que se utilice la acuarela como técnica pictórica no es cosa del azar, sino que su traslucidez y suavidad contrasta con una imagen tan agresiva como es la quema de neumáticos en mitad de la carretera cerrando accesos a modo de protesta.
La cultura se manifiesta en cada pieza de la muestra, y el lenguaje utilizado para comunicarse con el visitante es el latín. ‘Sapere Aure’ a modo de pintada nos recibe provocador. La cultura implica un conocimiento de la realidad más allá de lo que podemos leer en diversos periódicos. Implica que seamos lo suficientemente inteligentes como para atrevernos a descubrir hasta que punto nos engañan. Hasta que punto nos roban. Hasta que punto nos hemos desentendido de la realidad durante tanto tiempo, dejando a políticos en el poder, lo bastante listos como para robarnos todo lo que podían y lo bastante tontos como para ser incapaces de mantener una conversación en inglés con su homólogo británico.
‘Audentes fortuna iuvat’ ¿Somos suficientemente audaces como para enfrentarnos a una realidad, que muestras como ésta deja en pañales?
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